Cultura

Los más de 250 alumnos del CEIP Nuestra Señora del Castillo, así como los profesores y otros empleados del centro están, desde este lunes, más protegidos ante una parada cardíaca gracias a la adquisición de un desfibrilador automático. Su instalación por parte de la Comunidad de Madrid se debe a la obligatoriedad del uso de desfibriladores de uso público en determinados espacios, públicos y privados, entre los que destacan todos los centros educativos de la región. Además de instalar los desfibriladores, tres profesores del centro han recibido formación en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y Soporte Vital Básico (SVA) ante posibles casos de emergencia.




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