• 2022-03-08 09:20:59
    Info General

    MANIFIESTO DEL INSTITUTO DE LA MUJER DE CASTILLA-LA MANCHA CON MOTIVO DEL 8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES 2022
    ‘DE IGUAL A IGUAL’
    ‘De igual a igual’. Compartir la vida en plenitud de igualdad entre mujeres y hombres en todos sus ámbitos constituye una de las máximas a las que aspira el movimiento feminista y cualquier sociedad que se defina como democrática.
    Esa aspiración no es, sin embargo, una tarea fácil. Durante siglos ha existido una lucha valiente e incansable de generaciones de mujeres que han conquistado espacios y derechos. Unos derechos que se nos presuponen y que nos corresponden como ciudadanas y que no nos han sido concedidos automáticamente sino que hemos tenido que lucharlos, reivindicarlos y reclamarlos. Esta situación da cuenta de la existencia de un sistema patriarcal que discrimina a las mujeres y nos obliga a enfrentar escenarios de injusticia y desigualdad en nuestro día a día.
    Precisamente en nuestra región, durante este año 2022 conmemoramos el 20 aniversario del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, veinte años de políticas de igualdad en defensa de los derechos y oportunidades del más del millón de niñas, jóvenes y mujeres de nuestra tierra, que han permitido la mejora de sus condiciones de vida y trabajo.
    Durante estas últimas décadas se ha producido una gran incorporación de mujeres a todos los ámbitos laborales, también hemos sido partícipes de la entrada masiva de mujeres a la Universidad, de su progresiva incorporación a los puestos de liderazgo y dirección de empresas y cooperativas de nuestra comunidad autónoma, también al autoempleo, o de su participación cada vez más igualitaria en instituciones públicas o políticas, asociaciones, entidades sin ánimo de lucro o ayuntamientos.
    En estas dos décadas se han aprobado leyes que han supuesto una gran revolución social en nuestra región como pueden ser la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres de Castilla-La Mancha, la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género o la Ley del Estatuto de Mujeres Rurales, que vinieron para quedarse y para construir una sociedad castellano-manchega más justa e igualitaria, en definitiva, una sociedad mejor.
    Todos estos logros y conquistas no han sido en vano y sobre todo, no se hubiesen producido sin el trabajo, el esfuerzo y el compromiso del movimiento organizado de mujeres y feminista, así como también de las miles y miles de mujeres y hombres que saben que la libertad y la democracia solamente tienen un camino y es el de la igualdad entre mujeres y hombres. Todos los avances conseguidos y los derechos adquiridos por y para todas las mujeres no tienen retroceso, no pueden ser una moneda de cambio y no son negociables, pues representan los derechos y libertades del 51 por ciento de la población mundial.
    Sin embargo, esa relación de igual a igual entre mujeres y hombres, todavía hoy, no es plena. Las mujeres en general, y las de Castilla-La Mancha en particular, seguimos haciendo frente a una infinidad de barreras y obstáculos que tienen como consecuencia un avance más lento del deseable en la consecución de la igualdad de género.




    Manifiesto del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha
    En el ámbito laboral sigue existiendo una marcada brecha caracterizada por la presencia de una acentuada diferencia entre los salarios de mujeres y hombres y un mercado de trabajo segregado en el que las mujeres siguen realizando los trabajos peor pagados y con mayores tasas de parcialidad y temporalidad; además tienen mayores dificultades para conciliar la vida familiar y laboral y menor tiempo disponible para su crecimiento personal y profesional. Todo ello genera mayores tasas de pobreza entre las mujeres y peores condiciones de vida presentes y futuras ya que este contexto repercute directamente en sus pensiones.
    Por ello, seguimos luchando. Para que las mujeres desde que nacen hasta que son adultas y mayores tengan los mismos derechos y oportunidades que sus compañeros varones.
    Luchamos para que las niñas puedan sentarse en clase junto a sus compañeros con la seguridad y la garantía de que tienen los mismos derechos de acceso a la educación, pero de que, además, pueden tener idénticos sueños, aspiraciones y oportunidades. De igual a igual.


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