• 2018-07-23 14:02:07
    Cultura, Juventud y Festejos

    El plan para obtener abono con residuos del hogar arranca en dieciséis municipios (Diario de Valladolid; 23/7/2018):
    http://www.diariodevalladolid.es/noticias/provincia/plan-obtener-abono-residuos-hogar-arranca-dieciseis-municipios_124712.html


    Comienza la instalación de compostadoras en los 190 hogares que lo han solicitado / El programa de la Diputación sumará otros 12 pueblos en la segunda fase y prevén extenderlo en función de resultados
    ¿Se pueden arrojar los restos de carne y pescado en el compostador? ¿Hay que instalarlo en el interior del garaje? ¿Son válidos los excrementos de las mascotas? Éstas son algunas de las dudas más frecuentes planteadas por los vecinos de la provincia que se han acogido al programa de compostaje doméstico impulsado por la Diputación con el objetivo de convertir los residuos orgánicos en abono natural para sus huertos o jardines.

    Los primeros contenedores ya se están instalando y en las próximas semanas las dos empresas encargadas de poner en marcha el servicio completarán las visitas a los domicilios de los 16 municipios englobados en la primera fase, mientras la institución provincial prepara el pliego de contratación de la segunda fase de esta iniciativa que se extenderá por otras doce localidades. En todos los casos, superan el censo de los mil habitantes.

    El propósito a partir de ambas experiencias será elaborar un informe de resultados donde analizar la acogida y el funcionamiento de los contenedores, en aras de extender la propuesta al resto de la provincia para favorecer el auto-reciclaje. «El funcionamiento es sencillo pero la gente tiene que estar implicada y creer en la economía circular; no tendrá sentido querer llegar a todos si el resultado es ficticio y no efectivo», valoró el diputado de Medio Ambiente, Alberto Magdaleno, satisfecho por la «buena acogida» inicial.

    Según los datos facilitados por la Diputación a través del Servicio de Agricultura, Ganadería y Calidad del Agua, fechados a principios de julio, han solicitado la instalación de un compostador 190 familias de la provincia, de las 237 previstas, es decir, se ha cubierto el 80% de las previsiones en la primera etapa del programa, y los ayuntamientos aún están recibiendo peticiones, por lo que podría cubrirse el cupo.

    En todo caso, de no ser así, el stock se aprovechará para la segunda etapa de implantación, donde se ha reservado una partida de 25.000 euros para su desarrollo, la misma cuantía que en el anterior ejercicio.

    En total, 50.000 euros invertidos en el impulso de un «sistema eficaz», destaca el servicio, «para reducir el impacto de la gestión de los residuos domésticos» y generar «una mayor implicación y responsabilidad» en su tratamiento.

    El perfil de quienes se han sumado, más allá de contar con una superficie ajardinada, huerto o patio sin pavimentar de al menos 50 metros cuadrados, según definen las bases como requisito para poderse acoger, abarca un gran abanico si bien, en general, se trata de personas mayores o de edad más avanzada, implicados en el cuidado del espacio al aire libre de sus hogares.

    En las visitas que ya han comenzado, un técnico instala a los beneficiarios el cajón de plástico y la hélice metálica para airear los residuos y les explica el funcionamiento del sistema para que conozcan de manera personalizada cómo se lleva a cabo el proceso de compostaje a fin de que sepan gestionarlo en su día a día.

    «Lo que deben verter son los materiales orgánicos de origen vegetal, como los restos de poda, de siega del césped, las malas hierbas que arranquen, los restos de fruta y verdura o las cáscaras de huevo, junto a otros restos de celulosa en menor cantidad, como cartones sin mucho tinte», explicó Orlando Parrilla, técnico del Grupo Gama de Alternativas Medioambientales y Territoriales, una de las dos adjudicatarias de la primera fase.

    Para comprobar si las familias están realizando bien el proceso de reciclaje y consiguiendo ese equilibrio entre temperatura y humedad –regando la mezcla cuando sea necesario y removiendo periódicamente con la hélice–, los trabajadores de las adjudicatarias visitarán de nuevo los hogares en los próximos dos meses. Por eso, destacan, aún es pronto para valorar resultados.

    Y más aún teniendo en cuenta que se tarda entre ocho y diez meses en obtener el compost, de tacto desmenuzado, color homogéneo y sin olor, perfecto como abono. «En la zona norte el proceso es más rápido pero en Valladolid el clima es poco favorable para que se degrade con tanta rapidez porque en invierno se para», explicó Parrilla.

    Paciencia y dedicación son dos cualidades necesarias, por tanto, para ver unos resultados que no sólo tienen repercusión en los hogares, sino también en el conjunto de la localidad, pues al reciclar los restos de poda en casa, tardan más en llenarse los contenedores ‘de calle’ y los ayuntamientos pagarán menos ‘viajes’ al Servicio de Medio Ambiente por las toneladas que retiren.

    También es cuestión de práctica y de implicación para saber que la respuesta a las preguntas iniciales es negativa. Sólo se puede añadir al compostador restos de vegetales, debe instalarse al aire libre y únicamente se podrían arrojar excrementos si se trata de mascotas herbívoras.

    RESPUESTA DISPAR ENTRE LOS PUEBLOS SELECCIONADOS

    El ‘mapa’ de municipios participantes en la fase piloto del programa de compostaje doméstico se diseñó en función de las características poblacionales y urbanísticas de los enclaves, pues es necesario que exista un número suficiente de viviendas con un jardín que supere los cincuenta metros cuadrados, pero la respuesta ha sido muy dispar, según refleja el número de solicitudes.

    Mientras localidades como Boecillo y Aldeamayor de San Martín despuntan en el ranking de beneficiarios, con 29 y 21 solicitudes respectivamente, en el lado opuesto del listado destacan Olmedo o La Seca, con sólo dos hogares interesados, seguidos de Íscar, con cinco; serrada, Valdestillas y Matapozuelos, con seis en cada caso; o Mojados, con siete.

    «Aquí la gente que tiene huertos es mayor y cuida su terreno como lo ha hecho siempre; no es que no les interese el reciclaje, es que lo hacen a la antigua usanza», reflexionó el alcalde de Olmedo, Alfonso Centeno, para justificar la escasa participación de sus vecinos.

    Mientras, en Aldeamayor de San Martín, la obtención de compost a partir de restos orgánicos gana protagonismo. «Todos los que han venido a preguntar han pedido formar parte del proyecto», destacó el ingeniero de medio ambiente del Ayuntamiento, Juan Diego Rivera. Y la implicación no sólo queda patente con la instalación de las compostadoras que facilita de manera gratuita la Diputación a las familias interesadas, sino también a nivel municipal.

    Este año el Consistorio ha adquirido cuatro compostadoras de gran tamaño para «dar una segunda vida» a los restos de poda y cuidado de los jardines del pueblo y el próximo año seguirán en esta línea, también con jornadas de concienciación en la Semana Verde, explicó Rivera.

    Y como es una cuestión de hábito y práctica, en el colegio público Miguel Delibes de la localidad los alumnos también compostan durante curso para abonar el jardín botánico del centro escolar. Todo un ejemplo.