• 2021-02-17 21:42:02
    Medio Ambiente y Servicios


    Como es tradicional, el Ayuntamiento de Aldeamayor de San Martín realiza un completo programa de control de las poblaciones de procesionaria del pino en pinos en los que se detecta su presencia ubicados en parcelas o espacios municipales (es importante remarcar ambas cuestiones: que se efectúa solamente en espacios PÚBLICOS, no en parcelas privadas -por muy grandes que éstas sean- y que se trata de un mero CONTROL poblacional, para mantenerlas dentro de unos niveles bajos o “tolerables” -el exterminio de la especie, salvo que se elimine su hábitat, el pinar, es imposible-).

    El tratamiento integral comienza (o termina, según cómo se considere el ciclo), en verano, con la instalación, en los citados pinos municipales en los que se detecte la presencia de procesionaria, de varias TRAMPAS DE FEROMONAS (atraen a machos adultos, en la fase de mariposa), de CAJAS-NIDO tanto de aves insectívoras (cuco, críalos, mirlos, abubillas,…) como de murciélagos forestales y, finalmente, en torno a septiembre, con la FUMIGACIÓN empleando Bacillus thuringiensis (empresa BIECON, Estudios y Controles Biológicos, con ayuda de la Asociación Forestal de Valladolid -ASFOVA-), de modo que se vea reducida notablemente su población cuando ésta se encuentra en la fase de imago -polilla-, si bien las mariposas de procesionaria que habiten en parcelas de pinar privadas, al poseer la capacidad de volar, pueden llegar en algún momento posterior a los pinos municipales.

    (nota: cualquier fumigación que se realice fuera de los meses de septiembre u octubre, más allá del “efecto placebo”, no tiene repercusión práctica alguna sobre las poblaciones).

    Desde 2020 se incorporaron dos nuevos tratamientos: en otoño, la ENDOTERAPIA (inyección a presión un biocida en el tronco del árbol, que se incorpora a su savia natural y llega a las hojas de las que se alimenta la oruga de la procesionaria del pino) y, justo antes de primavera, la instalación de ANILLOS TRAMPA en los troncos de los pinos en los que se ha detectado la presencia de bolsones (si no hay bolsones en invierno -lo equivalente a un nido- no hay procesionaria).

    Estos anillos, independientemente de que parezcan más feos o más bonitos (los municipales son más feos que bonitos, para qué negarlo, y más aún al ser “caseros”), sólo tienen una función: evitar que las orugas, al descender en procesión por el tronco para alcanzar el suelo y enterrarse, no lleguen allí, y se queden confinadas en el anillo, plástico o bolsa. Si las orugas no llegan al suelo, no se entierran, no se convierten en crisálidas o pupas que, a su vez, devienen en mariposas o polillas, vuelan, se reproducen, realizan la puesta en las hojas, forman un bolsón y repiten el ciclo.

    Los anillos instalados (de varios “prototipos”: con bolsa, simplemente con un plástico, con tubo para que bajen,…) pueden parecer un poco “artesanos”, incluso “cutres” a los estéticamente más formados, pero si se explica que, por ejemplo, para trescientos árboles, a unos 5€/ud si se hacen de este tipo, supone un gasto de alrededor de 1.500€ (que ya son euros...), mientras que si se colocan trampas de “alta calidad”, comercializadas, tipo koppert, tienen un coste de 45-50 euros la unidad, lo que equivale a un gasto total de más de trece mil euros (dos millones de las antiguas pesetas de diferencia) para hacer a la postre exactamente lo mismo, pues es una simple barrera mecánica.

    Así, estos collarines de procesionaria, son uno más de los métodos combinados de CONTROL, no erradicación, del plan anual: se habla de umbral de tratamiento, dejando el número de individuos de la especie por debajo de ese límite, ya sean procesionarias, ratas o cotorras argentinas.

     

    Según los expertos, existen cinco estadíos de densidad de procesionaria. Cualquier profesional mínimamente formado en la materia, afirma que Aldeamayor Golf se encuentra en el nivel 0 (más aun este año, tras los tratamientos anteriores), y en alguna zona (privada) en un 1 "pelón"; es decir: inexistente o testimonial. En la zona sur de Castilla y León, se dan ataques brutales de procesionaria en Pinus pinaster y Pinus nigra, que acaban con extensas áreas. Los pinos de Aldeamayor Golf muestran en comparación un estado fitosanitario excepcional.

    Se trata simplemente de la idiosincrasia del pinar, base de la cadena trófica del mismo, como la costa o las riberas de arroyos puedan tener sus propias particularidades, en ocasiones molestas para las personas o animales que residen en sus proximidades.