• 2020-11-16 14:20:04
    Cultura

    Juan Capela Torrescusa
    Alcalde - Presidente del Ayuntamiento de Alosno (Huelva).

    Diez años se cumplen en este 2020 de la declaración, por parte de la UNESCO, del Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

    Esta emblemática decisión se vio fomentada, a finales de junio pasado, con el nombramiento del Fandango como Bien de Interés Cultural.

    Y, si bien, en cuanto al resto de cantes flamencos poco tiene que aportar nuestro pueblo, ya que desde nunca hemos sido una localidad eminentemente flamenca, Alosno puede presumir de encontrarse en el más alto escalón de la escalera que conduce a los cantes onubenses por excelencia: los Fandangos de Huelva.

    No existe ningún otro lugar donde se concentre tal cantidad de músicas y letras originales como en Alosno. Y no sólo de fandangos. El patrimonio musical de Alosno está lleno de seguidillas, saetas, coplas, tonás, villancicos, danzas… Cada una de estas variantes está compuesta, a su vez, por varios estilos distintos musicalmente entre sí.

    Sin embargo, si hablamos de fandangos es donde Alosno ha aportado al mundo del flamenco su más amplia gama de estilos. Más de veinte bases musicales diferentes de estilos de fandangos hacen de nuestro pueblo el más fecundo manantial donde beber del cante onubense. Y prueba de ello es que la mayor parte de los aficionados que se precien viene a nutrirse de ese venero inagotable músicas y letras que atesoramos como herencia de nuestros ancestros.

    Ya en 1985, dentro del Congreso sobre Actividades Flamencas que se llevó a cabo en Huelva, el alosnero Juan Gómez Hiraldo expuso, en una brillante conferencia sobre el fandango de Huelva y Provincia, la importancia de Alosno en lo que a este cante se refiere. Aparte de hablar de los distintos estilos, Gómez Hiraldo reflejaba un apartado dentro de esa ponencia al que titulaba “Los herméticos alosneros”, haciendo alusión a las gentes de nuestro pueblo que habían sabido crear, mantener y conservar su legado; pero que no habían contemplado nunca su difusión, el darlo a conocer de cara al exterior. Quizá por ese afán de nuestra tierra andevaleña de “quien quiera verlo, tiene que venir aquí”.

    Estos alosneros, “herméticos” en esa concepción de la difusión de nuestra cultura popular, al mismo tiempo hicieron que las bases musicales alosneras se mantuvieran puras al igual que pasara con otros palos del flamenco en localidades como Utrera, Lebrija, Jerez de la Frontera, sin influencias de ningún tipo de músicas procedentes de fuera de nuestra fronteras.

    Gracias a ellos podemos presumir de seguir siendo conocidos a nivel mundial como la CUNA DEL FANDANGO. A ellos y a las generaciones posteriores que han sabido complementar esa valiosa labor de conservación con otra, no menos importante, de potenciación y difusión de nuestro bagaje cultural.

    Actividades como el Certamen Nacional de Fandangos “PACO TORONJO”, la presencia de grupos y aficionados alosneros dentro y fuera de Alosno donde son requeridos en actuaciones, conferencias, mesas redondas…, la colaboración en actos como el Concurso de la Peña de La Orden, donde el fandango es el principal protagonista, hacen que, día a día, nuestro cante más genuino tenga la importancia que merece, así como el respaldo de numerosas instituciones. Prueba fehaciente de ello es el interés mostrado por la Escuela de Flamenco de Andalucía en la creación en Alosno de una extensión de su labor didáctica que en breves fechas verá sus frutos.

    Buen día hoy para felicitar a todos los flamencos, acordándonos de manera especial de aquellos que llevan el fandango de Huelva como bandera de su tierra.

    En Alosno a 16 de Noviembre de 2020

    Alcalde - Presidente
    Juan Capela Torrescusa




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