Se viene observando en las últimas fechas que, con la mejor intención, algunas personas alimentan a los gatos callejeros en distintos puntos del municipio.

Esto puede suponer un problema higiénico sanitario que debe ser controlado a la mayor brevedad.

El alimentar animales callejeros implica una proliferación de estos animales sin un adecuado control sanitario, lo que puede derivar en un problema de salubridad para el vecindario, atraer plagas y causar molestias.

Aunque pensemos que ayudar a los gatos dándoles comida es positivo, en realidad puede provocar el efecto contrario: más animales sin control, sin atención veterinaria y en peores condiciones. 
Por ello, no está permitido alimentar a los gatos callejeros ni a otros animales abandonados en la vía pública.
Pedimos la colaboración de todos los vecinos para mantener limpias nuestras calles, proteger la salud pública, garantizar una buena convivencia y animales bien cuidados.