• 2019-12-12 20:00:03
    Sanidad

    Se trata de un programa promovido por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

    El objetivo general de este Pacto Social es eliminar el estigma y la discriminación asociados al VIH y al sida, garantizando la igualdad de trato y de oportunidades, la no discriminación y el pleno ejercicio de los derechos fundamentales de las personas con VIH. Para ello, se abordan todos los ámbitos de la vida, tanto públicos como privados, a través de la promoción de políticas, estrategias y líneas de actuación que se resumen en: favorecer la igualdad de trato y de oportunidades de las personas con el VIH, trabajar a favor de la aceptación social, reducir el impacto del estigma en las personas con VIH y generar conocimiento que oriente las políticas y afecciones frente a la discriminación.

    El alcalde de Barruelo de Santullán cree que “se trata de una campaña que nos beneficia como sociedad, pone el foco sobre el problema que padecen personas con esta enfermedad, aumenta el flujo de información sobre el virus, e incide en la prevención”. Cristian Delgado cree que #SomosPactoSocialVIH “es una labor conjunta, en la que la administración pública más cercana al ciudadano, el Ayuntamiento, tiene que implicarse”.

    Desde el ejecutivo local anuncian que se van a llevar a cabo, distintas actividades, a lo largo del año para incidir en todos estos aspectos. Por el momento, el equipo de gobierno considera que “Barruelo de Santullán debe implicarse ante un reto que puede afectar a cualquier ciudadano, independientemente de donde viva”.

    Los datos revelan que 10 personas se contagian al día por VIH en nuestro país, donde ya se registran 150.000 casos. Con respecto a la discriminación, en estudios no tan lejanos, el 4,3 por ciento de la población declara que le incomodaría tener vecinos con VIH, mientras que el 11,3 por ciento desaprueba que un positivo trabaje en una oficina con otras personas. Así, el 14 por ciento de jóvenes se sentiría incómodo junto a un enfermo de Sida, el 26 por ciento tendría esta misma sensación si tuviese un compañero de trabajo positivo, o el 49 por ciento de los padres desaprobaría que un menor con VIH compartiese clase con sus hijos. Esta campaña pretende acabar con estos estigmas, asociados, principalmente a la desinformación.




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