• 2021-03-17 13:45:40
    Obras

    El Ayuntamiento de Coria continúa apostando por la seguridad, la accesibilidad y el bienestar de los ciudadanos, por ello llevará a cabo diferentes actuaciones en varias calles de la localidad.
    Como ya anunciaba la pasada semana, el consistorio colocará señalización vertical de paso para peatones y reductores de velocidad en la calle Parras.

    Seguidamente, le tocará el turno a la calle Alcalde Francisco Lomo que, como bien ha informado Policía Local, es una zona que viene teniendo un importante problema de tráfico a diferentes horas del día, debido al estacionamiento de vehículos en la acera, en el lado de los números pares, y concretamente en el último tramo de calle comprendido entre los números 1 de calle Mercadillo adyacente al número 18 de la calle Alcalde Francisco Lomo, y hasta el número 36.

    El flujo peatonal es muy importante en esa calle, y por lo tanto cualquier vehículo estacionado en la acera obliga a los peatones a bajarse a la calzada, con el consiguiente riesgo de atropello al invadir el espacio reservado a los vehículos. Aunque se realiza presencia policial, que no se puede garantizar en el lugar de manera ininterrumpida para poder atender el resto de incidencias policiales generales; es insuficiente para proteger el paso de personas por la acera. Se hace, por tanto, una observación adicional de necesidad de protección a las personas de movilidad reducida; y darle a la acera el uso adecuado que procede.

    De ahí, que el Ayuntamiento haya adoptado medidas técnicas y protecciones físicas que eviten los establecimientos indebidos, y por consiguiente, se garantice el uso correcto para el que está destinado la acera.

    Con respecto a la solución que debe adoptarse, siendo conscientes de la normativa en temas de accesibilidad, debe ser coherente con la misma, y por supuesto, estar en relación con el mobiliario urbano, diseño urbanístico y circunstancias edificativas, características de las vías destinadas al tráfico, acera, etc.

    Por este motivo, se propone la instalación de bolardos ajustados a la normativa en vigor en todo el tramo que sufre la invasión  vehicular de la acera:

    Los bolardos tendrán una altura entre 0,75 y 0,90 m, con un color que contraste con el pavimento en toda la pieza asegurando la visibilidad en horas nocturnas. Se ubicarán de forma alineada, y en ningún caso invadirán el itinerario peatonal accesible ni reducirán su anchura en los cruces u otros puntos del recorrido.

    Deberán tener una separación física entre ellos de entre 2 - 2,5 m; para evitar que los vehículos puedan emplear el espacio de la acera. Garantizando un paso correcto de los peatones, incluyendo personas de movilidad reducida que necesiten sillas de ruedas. Se colocarán en línea, en el número suficiente que garantice la reserva de espacio para los peatones.

    Estos bolardos no representan ningún riesgo ni obstáculo para los vehículos, porque no dificultan la visión, y porque no invaden la calzada, ya que se colocarían en la cara interna del bordillo, y a una altura que no interfiere con carrocería ni otros elementos. Tampoco representarán riesgo para los peatones, porque disponen de pasos específicos para cruzar la calle, y en ningún punto ni momento constituyen obstáculo para que tengan una visión inmediata del tráfico.