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REFLEXIÓN DEL DIA 18

Buenos días en este domingo veinte del tiempo ordinario. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Jesús se nos presenta como el pan vivo que ha bajado del cielo. Cuando comemos nos apropiamos de las características del alimento. Comer y beber a Jesús significa nutrirnos de él, asimilarnos con su persona. Jesús promete que a quien se alimente de este pan bajado del cielo permanecerá para la vida eterna. Que nuestras misas llenen nuestro corazón de la fragancia que Jesús desprende en nuestra vida. Sed buenos si podéis o al menos no dejemos de intentarlo. Feliz día.

 

 


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