• 2025-07-12 18:02:35
    General

    Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,25-37):

    En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
    «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
    Él le dijo:
    «¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
    El respondió:
    «“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
    Él le dijo:
    «Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».
    Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
    «¿Y quién es mi prójimo?».
    Respondió Jesús diciendo:
    «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”. ¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
    Él dijo:
    «El que practicó la misericordia con él».
    Jesús le dijo:
    «Anda y haz tú lo mismo». Palabra del Señor