Historia

En el S. XVII se situaba un mercado navideño en la Plaza de Santa Cruz, en el cual se podían adquirir frutas y hortalizas y además adornos o regalos. En el S. XIX se estabiliza la ubicación en dicho espacio y se dicta una normativa para regular la venta.
Desde ese momento, la Plaza Mayor será el mercado de venta de pavos, turrones y dulces, mientras que la Plaza de Santa Cruz se mantenía para puestos en los que se vendían figuras de Belén, zambombas, juguetes, o artículos de broma.
En 1944 el Consistorio decidió reunir la venta de todos los productos navideños, excepto los alimenticios, en la Plaza Mayor. A mediados de los años 60 del Siglo pasado se interrumpió el mercado navideño de la Plaza Mayor por las obras del aparcamiento, trasladándose a la Plaza de Santa Ana
En los años 80 del siglo XX, los toldos de los puestos fueron sustituidos por casetas, cambio cualitativo que ha permanecido hasta la actualidad. Los puestos han ido afianzándose cada año y se erigen en una cita obligada cada Navidad, más aún con el nuevo formato de casetas con tejados iluminados que se están convirtiendo en un icono de la Navidad de Madrid. Son muchas las personas de todos los lugares del Mundo las que pasan por aquí en estas fechas con la idea de comprar alguna figurita para el belén, adorno, o artículo de broma.
Este evento, está organizado por la “Asociación del Mercado Tradicional de la Plaza Mayor de Madrid” con una labor verdaderamente meritoria, ya que sucesivas generaciones han mantenido esta tradición tan entrañable y arraigada.
Fotografía de EFE LaFototeca (@EFELafototeca) | Twitter





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