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D.ª CARMEN PORRAS PARTERA | RECONOCIDA, A TÍTULO PÓSTUMO, POR SU LARGA TRAYECTORIA EN EL CEIP "POETA MOLLEJA" COMO CONSERJE2025-02-28 14:35:00Área de Cultura
El área de Cultura del Ayuntamiento de Villa del Río comunica que en el día de ayer, 27 de febrero de 2025, el Teatro Municipal Olimpia albergó la gala institucional en conmemoración del Día de Andalucía 28F en la que se reconocieron a diferentes villarrenses.
Entre ellos, a título póstumo a D.ª Carmen Porras Partera.
¿QUIÉN FUE CARMEN PORRAS PARTERA?
Carmen Porras Partera nació en Arjona el 10 de marzo de 1938, en plena Guerra Civil, su familia se había desplazado desde Lopera, donde residían, a esta otra localidad a consecuencia de los continuos bombardeos que sufría esta zona tan castigada por la guerra.
Su núcleo familiar estaba compuesto por sus padres y 8 hermanos, ella era la cuarta de este nutrido grupo con residencia en Lopera. Por los años que les tocó vivir, no pudieron acceder a la escuela y, en su caso, comenzó a trabajar a los 8 años como niñera, y en el Castillo de Lopera, junto a su abuelo, que trabajaba como guarda, le daban una gratificación, para que vigilara de alguna manera quién entraba y salía para que no robaran el vino que allí se producía. También cuando era necesario ayudaba a su familia en labores agrícolas, en la rebusca, también cuidaba a sus hermanos menores, y más tarde limpiando haciendas.
Buscando un mejor medio de vida, se trasladó a Villa del Río, como interna, en este momento es cuando conoce al que será su marido, Antonio Padilla Sánchez, que por aquellos años estaba trabajando en el tendido eléctrico por la zona, más tarde trabajará también en labores agrícolas, en la fábrica de los Rodríguez, como albañil, y por supuesto echándole una mano en su trabajo como conserje, de su mujer, cuando era necesario...
Ya en Villa del Río Carmen, en un primer momento, trabajó realizando haciendas, en labores agrícolas temporeras hasta que su cuñada Juana, que trabajaba por aquellos años como limpiadora del Ayuntamiento, le habló de la posibilidad de trabajar como conserje en el C.P. Poeta Molleja. A los 19 años comienza a trabajar en el Colegio como conserje, limpiadora y durante algunos años también trabajó como ayudante de cocina en el colegio, junto a la cocinera Conchi Tudesqui, sin dejar de trabajar en tareas agrícolas estacionales.
En 1957 se casa con el que fue su marido hasta el final de sus días. En un primer momento vivieron en la conocida "casa de los muchos" donde residían varias familias, y ella además se trajo a su hermana Angelina, con 4 o 5 años por ayudar a su familia. Más tarde se trasladaron a una casa que le facilitó el Ayuntamiento como conserje, en la calle Gran Capitán, 18. Una vez que esta casa tuvo que ser demolida para abrir una calle, el alcalde por aquellos años, Bartolomé Delgado Canales, hizo las gestiones oportunas para facilitarle una de las casas de los maestros en la C/ Juan Parejo, nº5, vivienda que más tarde, cuando se puso a la venta, la compraron.
Su actividad diaria como conserje del colegio consistía en abrir y cerrar el edificio, abrir y cerrar las clases, dedicarse a la limpieza de las mismas, mantenimiento general del edificio, cuidado de las plantas de los pasillos y de los patios. En definitiva, que todo estuviera en perfecto estado de revista. En invierno, tener las estufas de leña preparadas para cuando llegaban los alumnos. Ha dedicado 42 años de su vida a su trabajo en el Poeta Molleja, sin darse de baja en ningún momento, ya que si estaba enferma, era su marido o sus hijos los que realizaban el trabajo, ya que todos veían el colegio como algo suyo que había que cuidar con el cariño y dedicación con que lo hacía su madre. Generaciones de alumnos y profesores la recuerdan con gran cariño y respeto por el buen trabajo realizado durante todos estos años.
Carmen y su marido han tenido 6 hijos, 11 nietos y 10 biznietos, como vemos una nutrida familia. Es una mujer que siempre ha tenido gran interés por aprender, y con 60 años, con la ayuda de una maestra, doña Victoria, aprendió a leer y escribir, algo que fue muy gratificante para ella.
A Carmen la podemos definir como una mujer trabajadora, luchadora, emprendedora. Le gustaba viajar y buscaba las artimañas necesarias para organizar viajes en autobuses, a bajo coste, a Lourdes, Granada, Portugal..., haciendo felices a personas en su misma situación. Le gustaba escribir poemas y también dedicó una época a la pintura, de flores, pajarillos...
El destino le hizo pasar de una actividad frenética a falta de movilidad en sus últimos días, y la peor de las enfermedades, el olvido. Por motivos de salud tuvo que prejubilarse, y vivió al cuidado de su familia, hasta su fallecimiento de 13 de diciembre 2024.
Por todo ello, se hace merecedora de este reconocimiento, a título póstumo, con que la distingue el Ayuntamiento en este día tan señalado, y toda la Comunidad Villarrense.
¡Un orgullo villarrense!
¡Andaluces, tenemos mucho que celebrar!
Ayuntamiento de Villa del Río. Presidencia y Área de Cultura