28-Octubre-2025 20:33
                        🕯️ LA NOCHE DE LA BESTIA 36.66 – La Cabaña de los Fusilados
📜 Dicen los más ancianos de Quijorna que en lo profundo del bosque, entre sombras y chopos, aún se alzan los restos malditos de una cabaña…
Allí donde una familia fue ejecutada.
Allí donde una madre gritó que su hijo “no era suyo” justo antes de morir.
Allí donde aún resuenan las risas de mujeres… y el llanto de los condenados.
🩸 Este 31 de octubre a las 20:30h, la historia cobra vida en el Pasaje del Terror más oscuro que hemos creado.
🔥 Entra… si te atreves.
🎟️ Entrada: 2€
📍 Valdemorillo 24, Quijorna
💀 LA HISTORIA
En lo profundo del bosque de Quijorna, ocultas por una inmensidad de chopos y el rumor de las aves carroñeras, se alzan aún las ruinas de una cabaña. 
Los ancianos del pueblo dicen que fue allí donde habitó una familia de agricultores, que encontró su fin una noche de invierno. 
Corría el año 1936…
La guerra había dejado los cerros de la zona infestados de soldados, fugitivos, hambre y supersticiones. 
La familia de agricultores, buscando refugio, construyó su hogar en un terreno, lejos del mundo. Pero no sabían que ese terreno estaba maldito.
Se decía que, siglos antes, tres brujas habían sido quemadas allí, jurando vengarse con su último aliento.
Y la tierra, dicen, escucha a los condenados.
Una noche, la madre, embarazada de ocho meses, despertó gritando. 
Dijo que había soñado con una mujer sin rostro que le susurraba desde el pozo, al lado de la cabaña: “Tu hijo no es tuyo. ¡Es mío!”.
El parto llegó antes de tiempo. Los relámpagos caían, y el padre trató de ayudar con manos temblorosas.
Cuando el bebé nació, no lloró. Solo sonreía a carcajadas, mostrando unos dientes como de bestia.
Esa misma madrugada, los soldados llegaron a la cabaña. Habían oído rumores de que una familia escondía desertores. Hallaron la cabaña y encontraron el horror: La madre yacía muerta, con el niño en sus brazos… Los ojos del padre estaban arrancados … y sus otras dos hijas no cesaban de dar alaridos de dolor.
Y en las paredes, escritas con sangre, se leían palabras en latín y se veían dibujos del anticristo.
A los soldados no les tembló el pulso, cumplieron órdenes. 
Fusilaron los cuerpos para purgar el mal y a las hijas las ahogaron en el pozo.
Quemaron los restos al lado del paredón. Y juraron no volver jamás…
Pero cada 31 de octubre, cuando el viento sopla desde el bosque, algunos aseguran oír un llanto mezclado con risas de mujeres.
Dicen que, si miras dentro de la cabaña en ruinas, verás una sombra pequeña jugando entre las brasas apagadas y siluetas de brujas.
Y si te atreves a quedarte hasta la medianoche, oirás una voz susurrar detrás de ti... Vas bien.
¡Madre!... ¡Ya desperté!